Cuando algo que no esperabas sucede y no te gusta, ten cuidado con tu reacción emocional. Si esa reacción es un suspiro y una actitud de liberación, una conformidad de: aquí vamos de nuevo, entonces tenemos trabajo para hacer. Porque la aventura de vida que tienes no es la de suspirar y lamentarte por tu destino, la de renunciar a tener y ser menos de lo que deseas.
Se dice frecuentemente que tú deberías aprender a aceptar lo que no puedes cambiar. Hay mucha verdad en esto, por supuesto, pero esto te puede conducir hacia el peligroso territorio de la apatía y la renuncia.
Debes aceptar que tu amor te ha dejado y que no va a regresar, porque no puedes cambiar esto y pasar tu vida tratando de lograrlo, porque sería una pérdida inútil de energía y emoción. Pero no necesitas aceptar que estarás solo y triste, que estarás aislado. Puedes elegir sumergirte en la vida de la gente, participando en nuevas actividades, encontrando gente nueva cada día, ocupándote de la vida activa y alegremente. Y después de un tiempo verás que este nuevo período de profundo compromiso con la vida es en realidad una época mejor de la que tenías mientras te quejabas constantemente sobre si estabas complaciendo o no a tu amante con un pie afuera de la puerta.
Necesitas aceptar que la compañía que te empleó durante veinte años ha sido adquirida, que la nueva compañía tiene alguien que ya hace tu trabajo y que es probable que pierdas el tuyo. Necesitas aceptar esto. Pero no necesitas aceptar que esto es una cosa mala. Puedes elegir, en cambio, mirar esto como una oportunidad para encontrar un trabajo mejor, quizás aún una nueva carrera. Este evento inesperado e inoportuno podría constituir el punto de giro en tu vida, el evento que te impulsa hacia delante a tomar riesgos que nunca hubieras tomado, si tú todavía tuvieras ese trabajo. Esto podría ser la cosa que gira tu vida monótona hacia algo excitante, a medida que finalmente, persigues ese sueño que has tenido durante tanto tiempo.
Pero qué hay acerca de los sucesos tales como la muerte, donde no hay un beneficio positivo para ser visto en tu vida, donde no hay forma de convertirlo en una fuerza que empuja hacia lo bueno? Sí, debes aceptar esta pérdida dentro de tu propia vida. Tú no verás esa amorosa sonrisa otra vez, escuchar esa risa, sentir ese abrazo. Acepta esto, sí, y permítete sentir lo que sientes. Pero al mismo tiempo, permite que te conduzca a una comprensión más profunda de la vida. Permítete conocer y sentir la verdad, de que nada está perdido, que en niveles superiores de esta existencia física vosotros estais todavía juntos, codo con codo, y aquí esa sonrisa cálida es una parte del destello de amor dorado, un amor que se une con el tuyo propio en la unidad de todo lo que existe, un amor que todavía te inunda y te rodea, aún ahora.
Permite que esta pérdida te lleve hacia una comprensión más profunda de los ciclos de la vida. Permite que te enseñe a ser como la rosa, yendo profundamente hacia abajo a sus raíces durante los ciclos invernales de aridez y frío, solamente para surgir nuevamente en la primavera más perfumada y hermosa que nunca, tu comprensión y conexión aún más profundamente de lo que fue antes.
Permítete sentir lo que sientes. Permítete tener reacciones y respuestas a la vida, como naturalmente las tendrás si estás profundamente comprometido con ella. Cuánto mejor es gritar fuerte que suspirar!
Pero luego, permite que esta energía te conduzca hacia la acción, hacia el cambio deseado, hacia el crecimiento y hacia la comprensión más profunda y conexión. No permitas que nada te detenga en tus senderos. Permítete que la misma energía que te obligó a descender te de el poder para rebrotar nuevamente aún más alto que antes.
Yo estoy profundamente comprometido en mi vida. Todo lo que me sucede es una oportunidad para cambio y crecimiento. Yo me abro a mi mismo a nuevas experiencias y nueva gente.
Le doy la bienvenida al cambio en mi vida. Le doy la bienvenida a lo nuevo y a las nuevas energías. Yo veo las oportunidades escondidas dentro de cada cambio que ocurre.
