domingo, 31 de octubre de 2010

Situación, características y necesidades del enfermo al que ayudamos, 2

Ante todo, ahora necesito que seas sincero. Me encantaría saber que no soy el único que se siente vulnerable y asustado. Cuando llegas y actúas de forma alegre y fuerte, a veces siento que debo esconder mi verdadera personalidad ante ti. Y cuando únicamente hablamos de cosas superficiales, aún me siento más solo. Por favor, ven y permíteme ser yo mismo, e intenta sintonizar con lo que me esté pasando ese día. ¡Qué bueno sería tener a alguien con quien compartir mis lágrimas!

Si en vez de comunicarnos, seguimos ocultándonos el uno del otro, siempre que me vengas a visitar sentiremos la tensión de la que no se puede hablar.

Ahora necesito más que nunca poder confiar en ti. Cuando quedamos y llegas tarde, o no vienes, no sabes de verdad lo defraudado que me dejas. Saber que ese día tendré una visita cambia totalmente mi capacidad para soportar mi dolor y la angustia emocional. Cada momento que paso con un amigo, que me quiere de verdad y me acepta, es como una cálida luz que resplandece en una existencia difícil, solitaria y aterradora.

Cuando entras en mi habitación, ¿puedes aguantar mi mirada?. Me gustaría que te tomaras el tiempo de mirar de verdad en mis ojos para ver lo que siento realmente. Anhelo amigos que me abracen, o que al menos me toquen el hombro, me cojan la mano, o que pasen delicadamente la mano por mi rostro. Por favor, no contengas tu afecto y tu amor. A veces me siento más como un objeto o como una enfermedad que como un ser humano. Tráeme tu humanidad y tu bondad para aliviar mi sufrimiento. Sea cual sea la imagen que dé (malhumorado, reservado, alegre, amargado, o mentalmente desequilibrado), por dentro estoy sufriendo y me siento muy solo y asustado.

Aunque estoy pasando un momento difícil en mi vida, a menudo mi mayor preocupación es cómo afectará mi estado a los que quiero. Parecen tan perdidos y tan solos en todos estos cambios que están experimentando, y es tal la carga y la responsabilidad que tienen que sobrellevar... Algunos días, cuando todos vienen con sus diferentes emociones y necesidades, me siento demasiado débil para llevarlo bien. No puedo escuchar a cada uno de ellos con todas sus cargas. Me sentiría tan aliviado si alguien ayudase a los miembros más próximos de mi familia para que recibiesen asistencia socio-psicológica, y escuchasen sus necesidades y su tristeza.

Tengo miedo de que te olvides de quién soy y no me trates con respeto. Hasta pensar que otros tengan que ocuparse de mis necesidades más íntimas me hace sentir avergonzado.

Por favor, trata de entenderme cuando me resisto ante un nuevo cambio, ante otra pérdida. Ayúdame a ocuparme de mí mismo, aunque sea de un modo sencillo, háblame directamente, no como de pasada, o como si no estuviera en la habitación. Entérate de mis deseos. Y por favor, respeta mis deseos.

Me enfado mucho cuando todos me tratan como si supieran lo que me conviene. ¿No soy yo la persona enferma? ¿No se trata de mi vida y de mi cuerpo? ¿Es que no tengo derecho a saber lo que pasa ?. Necesito conocer mi estado. Necesito saber. Si reúnes todo el valor necesario para decirme lo que pasa, podré decidir cuáles son los cuidados adecuados para mi, y así podré decidir sobre mi vida. Sabes, a veces el dolor llega a ser insoportable. Otros días, el dolor simplemente está ahí, como un tenaz dolor de muelas, y me hace estar tenso e irritable. Perdóname si estoy de mal humor, puede que no sepas lo que es vivir con dolores y molestias constantes. Lo peor es cuando nadie cree el dolor que tengo . Necesito que se me crea y que se alivie mi dolor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario