miércoles, 8 de febrero de 2012

SOIS MIS ESPEJOS

Intento no hacer daño, aunque a veces lo haga sin ser consciente y otras sea de una ironía venenosa. Esas las menos, cuando ya no puedo más y me defiendo del ataque como puedo. Fue una actitud que aprendí de una mala persona que conocí, más que mala tremendamente dañina. Luego entendí que dañar solo sirve para extender el dolor y la rabia, para descargarla sin razón en otros. Acogí la fórmula de no enfrentamiento a las malas, intentar comunicar y expresar mis necesidades sin mucho éxito, la verdad. Así que casi, casi, yo me lo guiso, yo me lo como. Esto me lo apunto para cambiar.


Aprendí a sentirme capaz, aprendí a tener fe, si no tanta en mi misma, sí en mis guías. Por eso hablo de ellos y doy tanto las gracias, cuento con ellos para lo que hago. Creo firmemente que existen. No lo puedo demostrar pero gracias a ellos, a pedirles ayuda y a confiar he salido a flote muchas veces. Si no fuera así, creo que no hubiera llegado tan lejos.


Autoestima. Ponme una ración de las grandes. Muchas veces el sufrimiento me pesa horrores, más que todo lo bueno que acontezca o que disponga en mi. Mi padre me decía de niña, cuando presentaba el parte de notas, que no era suficiente, que lo podía hacer mejor. Hiciera lo que hiciera, no importaba, nunca estaba bien del todo. Él lo hacía para motivarme, métodos antiguos de enseñanza, y ese mensaje quedó de dos maneras, una autoexigencia enorme y pesada, aún a mi propia costa (física, mental y emocional), y una frustración constante que me lleva a considerarme no suficientemente buena, el anhelo de la perfección es irreal. Aterrizar debo.


Yo creo o quiero creer que lo positivo gana en cantidad y calidad a lo negativo, espero no engañarme a mi misma, no tanto por mi sino por los demás. Tengo claro que la imagen que yo muestro es lo que soy para bien o para mal. No sé ser de otro modo. Siempre pienso que podía haber hecho o dicho mejor, pero a toro pasado todo se ve de otra forma. Un poquito de reflexión y de ser más yo misma y no lo correctamente esperado es lo que necesito, vamos creo yo.


Me siento responsable de mi misma, a veces siento que me desvío, que me salgo del camino, porque para enseñar hay que predicar con el ejemplo y muchas veces me equivoco y de ello he de aprender, porque sois mis espejos, en los que ver parte de mi reflejo.Toda la fuerza, la sabiduría y el amor del universo están dentro de mí.


Gracias, lo sé. Necesitaba que me lo recordaras. Esta es una de las cosas que me has dicho que casi me hacen llorar de alegría.

2 comentarios:

  1. Gracias por ser como eres, eres toda una profesional por eso te guardado un sitio en mi web y eres colaboradora, tambien puedes ver que tengo tus cursos etc... todo esto lo uedes ver en www.bienvenidoalbienestar.com
    muchas gracias no cambies nunca.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias a vosotros. un fuerte abrazo

    ResponderEliminar