lunes, 11 de abril de 2011

Romper, rasgar....

Quieres separarte de la persona con la que vives, de tu marido, de aquel con el que has compartido años y experiencias, evoluciones y etapas de tu vida, cosas buenas y malas...., quizá ahora no sea el momento de dejarlo, así en caliente, porque en caliente todo se piensa de otra manera, con más desesperación y sufrimiento, con más ganas de escapar y hacer borrón y cuenta nueva, pero nuestra vida y nuestro pasado viajan con nosotros y el cambiar de situación o lugar no hace desaparecer nada, una parte de nosotros viene de esas experiencias, no podemos renunciar a ellas, olvidarlas, pues gracias en parte a ellas somos como somos y estamos donde estamos.. Piensa también que quizá esa no sea la forma de dejarlo. Cuando estamos más tranquilos y nos serenamos las decisiones se toman con más conciencia, con menos dolor y ganas de escapar del asunto. Pregúntate también por qué esos intentos de dejarlo no han fructificado, quizá sea porque quedan cosas pendientes por sanar o resolver, por zanjar, por hablar y dejar en su lugar, por cerrar, al fin y al cabo. Si no las cierras ahora, después sería peor, en caso de que la separación tuviera lugar, pues no te sentirías desligada del todo de esa persona, aun no viviendo con ella y creo que te sentirías desesperada, perdida y frustrada, ligada, aún desligada en apariencia. Ya hace tiempo que esto viene así..., necesita trabajo, trabajo para ti, para él y para el vínculo que os une, vínculo sagrado que si ha de romperse se ha de hacer bien consciente del hecho y de la manera mejor posible, creo yo. Qué falla en esta relación? Analiza su persona, también la tuya y de dónde vienen esos problemas, esos roces y enfrentamientos. El hecho de que él no sea una persona con una faceta espiritual desarrollada no es justificación. Puede haber sido un maestro, un ejemplo para ti en muchas cosas. Sólo te aconsejo, (Tómalo o déjalo, el consejo, libre eres), que hagas verdadero balance, reflexiona, balance que no se hace en un día, por supuesto, y si después de hacerlo continuas con la idea o la decisión de dejarlo para poder seguir tu camino y ser tú, aquí estaremos para lo que necesites.

Tampoco pienses en lo que dirán, no te dejes arrastrar, piensa en ti misma, en lo que necesitas, en lo que ganas y pierdes con el cambio. Los demás, en estas decisiones, están de más.

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