lunes, 16 de mayo de 2011

Cosechar lo que se siembra

Desarrollo mi estado de consciencia en el presente y practico la meditación. Así doy lugar a un proceso de renovación interior de mi mismo.


Aprendo a cuidar, a nutrir, limpiar, purificar y amar mi ser interno. Me ocupo de él como si fuera lo más sagrado de Universo. En cuanto percibo un desequilibrio, lo transformo en algo positivo. Acepto que aún las circunstancias aparentemente difíciles o negativas, son útiles y necesarias como forma de avanzar.


Observo mi crecimiento interno, mis "pequeños" cambios y avances. Aprecio la fuerza maravillosa de la simplicidad de la vida, de su profundidad, de la sabiduría y de los ciclos naturales.


No olvido que cosecharé todo lo que he sembrado.


Aprendo a ser paciente y tolerante, a vivir el desapego y la contemplación, al mismo tiempo que la lucidez y la presencia total.


Me preparo para recolectar los frutos. Soy humilde y acepto lo que llega hacia mi. Soy sincero, tomo solamente lo que necesito. Soy perseverante, me deshago progresivamente de todo aquello que impide mi desarrollo espiritual.


Soy feliz.


Nada se detiene. Todo circula constantemente como mi respiración. No pierdo el tiempo dispersándome o rompiendo el ritmo fluido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario