lunes, 2 de mayo de 2011

Ocuparte de ti misma

Otra necesidad..., siento en ti una gran soledad, aunque estés rodeada de gente....y quizá por eso te sientes avocada a ser como eres, extrovertida y comunicativa, abierta, a veces cruzando los límites y espacios ajenos, invadiendo, sin ser tu intención, pero así sucede, hasta el punto de llegar a incomodar, a ti no te importa....eres así, a eso regreso al respeto... no estás centrada, necesitas balance. Quieres ayudar y ayudarás pero es primordial que ahora te ayudes a ti misma. Va a ser una época de autotrabajo continuo, de limpiezas y balances constantes con subidas y bajadas, ten paciencia...y comprende que esta nueva visión de las cosas es por tu bien, única y exclusivamente y en tu mano está aprovecharla o dejarla correr. Puedes seguir ayudando a tu familia, amigos, conocidos y seguir por dentro desordenada y con necesidad de ayuda, necesidad, de descargar, de hablar, de encontrarte, de llorar y sanar todo aquello que permanece abierto y en puntos suspensivos.

Necesidad de sentirte alguien, de ser importante para otros, de encontrar tu lugar, de resaltar..., derivada de las dos anteriores. Una forma muy especial de ser con aspectos muy positivos pero también con necesidades subyacentes que desde mi punto de vista es necesario trabajar a fondo. Date cuenta de ser discreta, date cuenta de los motivos que te llevan a hacer algo por alguien, de acercarte a los demás, siendo consciente de que son por el bien del otro, no por obedecer al impulso interno del ego. El que ayudes a mucha gente no sirve de nada si el motivo no es el otro, el que inviertas tu tiempo con otros no sirve de nada si es tu ego el que se nutre de ello. Participa del proceso de ayuda con tus guías y otras entidades (nunca lo harás sola) cuando la persona verdaderamente te lo pida. No des si no se te pide, pues en saco roto cae, pierdes tú y el otro no es consciente ni de tu esfuerzo ni del trabajo realizado. Permite que cada uno aprenda de la forma en que se haya establecido, eso sí, desea lo mejor para él/ella pero respeta su proceso, aunque eso vaya en contra de tu impulso y te duela. Respeta profundamente al otro, su proceso, sus problemas y su forma de afrontar o no afrontar, eso es decisión suya. Si te envidian, pide por ellos, si hablan de ti, pide por ellos desde la humildad y la honestidad, nunca desde las ansias de subir a un pedestal del que tarde o temprano caemos o nos hacen caer.

Espera a que pase la tormenta y cuando haya pasado, entonces piensa y toma decisiones. Decisiones en cuanto a la casa , los bienes y demás, todo eso es secundario...lo que importa es el ser...

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